lunes, 16 de noviembre de 2009

Sangre

"La tinta que escribe estas lineas solo es mi sangre..."
Asi empezo su despedida de este mundo. No eran grandes palabras pero tamoco habia sido un gran hombre. Solo habia sido un hombre mas, sin familia, sin trabajo, viviendo de la miseria. Aquella noche iba a ser su ultima noche, aquella en que sus ojos se cerrarian para no volver a abrirse.Aquella en que sumergido en una mugrienta bañera se daria un baño de luz de luna.

"Sangre derramada por las lagrimas de mujeres sin vida"
Aquellas que saciaban su vida noche tras noche. Aquellas que alegraban su aciaga existencia. Aquellas que endulzaban su amargo vivir. Aquellas que se llevaban los ultimos billetes de su cartera. Aquellas que se despedian sin un beso ni un abrazo, solo un frio adios sin promesas de volver.

"Sangre mezclada con sudor de cuerpos desconocidos"
Sudor de quienes intentaban pasar un buen rato a su costa, de quien buscaban bronca escudados tras el alcohol. O de quienes se negaron a soltar la cartera ante un filo que no dudaba en cortar cuellos o manos con el fin de alimentar los sueños de vida de un pobre moribundo.

"Sangre hambrienta y sedienta de vida"
Porque en esta vida no conocio la saciedad de comida ni de bebida. Porque todo lo que comia eran ostias de todo el mundo. Porque todo lo que bebia era unicamente para evadirse lejos de este mundo cruel y marginarse de todo.

"Sangre de todos y de nadie"
Porque alimentara la tierra que algun dia dara de comer a todo el mundo y sin embargo habra salido de alguien tan muerto como el. Ironico que sea el quien debe hacer un sacrificio para que quienes le amargaron en vida sobrevivan

"Sangre, al fin y al cabo"
Eso que nos une realmente, lo que todos tenemos igual. Da igual el colo de la piel, el dinero de la cartera o la compañia de la cama. Al fin y al cabo todos tenemos sangre en nuestras venas y es la que nos mantiene vivos dia tras dia incluso cuando yacemos muertos en bañeras de porcelana iluminados tenuemente por la luz de una luna llorosa.

"La sangre vengara a la sangre, la sangre morira por la sangre, tu sangre sera mi sangre"

jueves, 12 de noviembre de 2009

La soledad de cazador

Cuando el ultimo enemigo cae al suelo es cuando un guerrero se da cuenta de que su existencia es la de un ser vacio y solitario. Puede que ataquen en grupo, puede que se apoyen los unos en los otros, puede que se cubran las espaldas. Pero en el fragor de la batalla el guerrero esta realmente solo. Y solo es consciente de ello cuando la adrenalina del ultimo enemigo roza la cara en forma de sanguinolienta mancha.

Es ese el momento en que el soldado alza la mirada y solo ve muerte, destruccion y corrupcion. Y todo para nada. Por mas que se luche no se encontrara la paz. Por mas que se evite luchar es la guerra la que te encuentra a ti. Esas son lecciones que todo soldado acaba aprendiendo en la vida, aunque sea a golpes de sangrar y de sufrir heridas.

Da igual si eres un espadachin de la edad media, o un cavernicola defendiendo su cueva, o un sicario que mata de un tiro certero. A la hora de matar estas solo, tu y tu presa. Eres un depredador y eso solo cambiaria de una forma, siendo una presa. Aunque a nadie le agrada serlo, quizas por eso siempre nos gusta ser quienes sujetamos el arma, aunque temamos usarla.

Entonces es cuando en una decima de segundo antes de acabar con la vida de alguien sientes pena y dolor. Seguramente tu presa tendra familia, trabajo o algo que le importe. Seguramente alguien le echara de menos, no existe nadie que este tan solo como para permanecer en el olvido si muere. Nadie salvo tu.

En un instante de lucidez decides que seras cazador y presa a la vez. Terminaras con la soledad del cazador usando la soledad de la presa. Da igual si te clavas tu espada, te mamporreas la cabeza hasta caer sin sentido o si te metes un tiro entre ceja y ceja. El final es el mismo, el cazador sera pasto de las presas de otro cazador.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Rosas rojas

Yacer en el suelo no es desdicha ni pena, simplemente es una situacion mas. Rodeado de albas rosas que alegres se balancean en un baile agitado por el viento que sopla sobre el. Nadie puede comprender su pena, estando herido de amor. La suave caricia de mujer de las flores en su rostro. El perfume dulzon que empalaga sus sentidos.

Por fin entiende que ocurre alli, pero es tarde para solucionarlo. Aunque pudiese volver al pasado cometeria el mismo error, una y mil veces. Porque su amor es mas fuerte que cualquier ley absurda.

Quisiose el destino que el cayera enamorado de una joven doncella, de esas de alegres caderas y curvas exuberantes. El brillo en sus miradas indicaban amor mutuo, amor sincero, amor real. En las mas frias noches encendieron fuegos en sus corazones y en sus cuerpos, disfrutando de noches de intenso placer. Parecia que para ellos la vida nunca terminase.

Pero el marido celoso, descubrio su desafortunada infidelidad y aunque grotesco y rudo aquello le hirio el corazon, pues hasta el mas duro de los corazones tiene una via de dolor y sentimiento. y dolido regreso a su hogar.

Cuando al dia siguiente el joven fue al encuentro de su amada, solo encontro su cuerpo herido de muerte sobre un campo de rosas blancas. Sufriendo se abalanzo sobre el e intento reanimarla, pero la vida ya no fluia por sus venas. Y fue entonces cuando desde la espalda sintio un pinchazo que le atraveso el pecho.

Una flecha, disparada por un hombre despechado, lo mato. Y lo dejo tendido sobre las mismas rosas que su amada. Y la sangre de ambos se mezclo y sirvio de alimento a las flores que nunca mas volvieron a ser blancas, sino rojas como la pasion de ambos jovenes.

martes, 10 de noviembre de 2009

Prisionero


Noches en vela sin poder dormir. Mirando a un techo que no muestra nada. El infinito encerrado entre cuatro paredes de carton. Un ave enjaulada que nunca conocera la libertad. ¿Podria el infinito cielo imaginar desgracia mas grande?

Una cama dura como la piedra. Una habitacion fria en Invierno y ardua en Verano. Un ruido incesante penetrando los oidos. Una presencia que nadie podria explicar. Otra noche que amanece sin dormir.

El reo, prisionero de su propia pesadilla, no se resiste. Se limita a mirar por su ventana tapada por barrotes, tumbado en la cama. A sus pies una triste y vieja manta que nunca fue lavada. Teme desprenderse de sus pantalones por si la puerta se abre y tiene posibilidad de salir corriendo.

Pero la puerta permanece sellada, obligandole a resignarse en su encierro. Lamentandose en su tristeza. Buscando porques que aunque le explicaron nunca comprendera. La inocencia depende de quien te juzgue, pero lo aprendio demasiado tarde. No hay pena mayor que la privacion de la libertad.

El temor a la salida es mayor que el temor a la permanencia. No saber si en la puerta le recibiran brazos amigos o puñales enemigos. Mejor permanecer observando los barrotes de su ventana, ellos al menos no lanzan injurias contra el. Ellos al menos no lo mantienen cautivo, simplemente le protegen de lo que hay fuera.

La luna roja de Venus

Estoy cansado de limitarme a caminar hacia la gente. Nadie camina nunca hacia mi, siempre esperan a que sea yo quien de el primer paso. Y sin embargo luego son los que exigen cosas, mientras yo jadeante lucho por mantenerme en pie sin poder decir nada.

Con la cabeza agachada, cumplo las ordenes impuestas, manteniendo un silencio obediente, propio del vasallaje con el que se me ha educado. Mantengo la cabeza gacha y ni le miro a la cara, y quizas por eso no veo venir el golpe en la nuca que me hace morder suelo una vez mas.

Y mientras agotado intento levantarme le escucho esgrimir sollozos falsos, mentiras engañosas y injurios contra mi persona bajo el argumento de que fui yo quien me tire al suelo y que seguro que lo habia hecho para cargarle con la culpa.

Pero el cansancio me impide replicar y soy apresado, y condenado a muerte. Espero mi sentencia mirando al cielo, a una luna roja que no es de este mundo. Una luna pasional que en mis ultimas horas me contara historias que nunca pude vivir. Es la luna roja de Venus.